"Cada átomo en nuestro cuerpo provino de una estrella que explotó. Y los átomos en nuestra mano izquierda probablemente vinieron de una estrella distinta que aquellos en nuestra mano derecha. Es verdaderamente lo más poético que conozco sobre la física: somos todos polvo de estrella. No podríamos estar acá si las estrellas no hubiesen explotado por que los elementos (...) se crearon en los hornos nucleares de las estrellas, y la única manera para lograsen entrar a nuestros cuerpos fue que esas estrellas hayan sido lo suficientemente buenas para explotar. Así que olvídense de Jesús. Las estrellas murieron para que hoy podamos estar acá...SEGUIR LEYENDO...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario