Estarán mal enfocadas las primeras, no será impecable el uso del photoshop pero poco me importa. Será que uno mira con más cariño las cosas cuándo sabe el trabajo que hay detrás. Una situación en la que jamás me imaginé fue pasando casi dos horas mirando el cielo, acostada en una posición muy incómoda mientras hacía mi mejor esfuerzo para que la cámara y el trípode se amigasen y me regalasen al menos una de las 150 fotos bien enfocada. Aún menos me imaginaba emocionada por un eclipse durante todo un fin de semana. Supuse que era la combinación de la bronca que le tengo a cualquier tipo de suceso estelar por que nunca los llego a ver (hace poco hubo un cometa verde luminoso que parecía Stitch viniendo a estrellarse y jamás me enteré)...SEGUIR LEYENDO

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