El sacrificio de las estrellas fue en vano

"Cada átomo en nuestro cuerpo provino de una estrella que explotó. Y los átomos en nuestra mano izquierda probablemente vinieron de una estrella distinta que aquellos en nuestra mano derecha. Es verdaderamente lo más poético que conozco sobre la física: somos todos polvo de estrella. No podríamos estar acá si las estrellas no hubiesen explotado por que los elementos - el carbón, nitrógeno, oxigeno, hierro, todo lo que importa para la evolución y para la vida - no fueron creados en el principio de los tiempos. Se crearon en los hornos nucleares de las estrellas, y la única manera para lograsen entrar a nuestros cuerpos fue que esas estrellas hayan sido lo suficientemente buenas para explotar. Así que olvídense de Jesús. Las estrellas murieron para que hoy podamos estar acá." - Laurance M. Krauss

Pido perdón por mi falta de cultura, pero hasta hace unos meses no tenía ni idea de quién era Laurence M. Krauss. Puedo mentir y decir que su nombre me sonaba de alguna película o de alguna clase olvidada del colegio, pero no le veo utilidad. También pido perdón por haber caído en la falacia de los estereotipos, pero tampoco creí que un físico (y escribo ese sustantivo con la página de Wikipedia abierta al lado) sería autor de una de mis citas favoritas.
Originalmente la descubrí en inglés, pero ahora me doy cuenta que el castellano le hace algo de justicia. No estaba tampoco, cuando la leí por primera vez, la polémica frase de "olvídense de Jesús", pero ahora que la leo como parte del texto original me río por que pensé eso mismo mientras lo leía. No por despreciar al catolicismo, en mi interpretación Krauss no se mete en esa discusión, si no que sus palabras me hicieron saber que si el sacrificio de Jesús no me era suficiente para sentir que nuestra existencia tiene un significado o que estamos aquí para llegar a algo, siempre podía contar con las estrellas. Krauss tiene razón: esto debe ser lo más poético que alguna vez se dijo sobre la física o cualquiera de las ciencias.
Es bastante largo lo que nos dice Krauss, pero eso a mí solo me sirvió para que mientras la leyera sintiese como se construía dentro mío este sentimiento de que formaba parte de algo gigantesco; algo que no involucraba solo a mi yo insignificante, sino que cubría bajo su manto a toda la raza humana y, por qué no, a todo el universo. "Las estrellas se sacrificaron por todos nosotros" pensé, consiente de que era todo un complejo proceso científico que no habían elegido, pero aún así perdidamente enamorada de la idea. Y entonces apareció en mi mente, tan real como los astros que podía ver desde mi ventana, una pregunta muy distinta: ¿para qué?
De lo poético a lo existencialmente fatalista en un saque: ese es el proceso que desde que cumplí los veinte descubrí que mi mente no se cansa de repetir. Cuestiono todo y mientras cuestiono me deprimo por que no veo salida fuera del espiral; pero aún más me asusta la idea de algún día no sentir más la necesidad de cuestionar. Nada me aterra más la idea de algún día mirar el mundo y pensar que todo esta bien, saber que me conformé con tan poco. Pero dejaré los detalles de eso para otro momento, las protagonistas de hoy son las estrellas que, en mi opinión, murieron en vano. Murieron en vano por que algo tan magnifico como una estrella, que encima le agregamos peso aclarando que dentro suyo tenía todo lo necesario para construir puentes, corazones, risas, montañas y tormentas, se dejo morir por este mundo. Un mundo que prioriza ganar dinero sobre ganar un amigo, que llama "experiencia" a pasar años detrás de un escritorio y que aceita sus maquinarias con las almas de aquellos que más necesitan. Un mundo que desde que nacemos promete maltratarnos pero ahí nos tiene: desesperados en la fila yendo a tres colegios, pagando treinta exámenes y sacándole tiempo al sueño para formar parte de él. Un mundo donde se tiene que dejar que millones de niños aparezcan muertos en las playas de un continente, por que es demasiado complicado o impractico dejarlos pasar.
Soy consiente de que esto arrancó con una reflexión sobre el propósito de nuestra existencia y termina con el conflicto de Siria, pero también creo que todo esta demasiado relacionado. Después de todo, somos todos habitantes del mismo planeta, todos parte de las mismas estrellas que algún día murieron para dejarnos existir. Quiero creer que cuando lo hicieron se imaginaron algo mejor que las realidades que enfrentamos. Quiero pensar que después de leer las palabras de Krauss estoy un poquito más motivada a cada día ayudar a que su sacrificio haya valido la pena.

LINK DE LA CITA ORIGINAL EN INGLÉS

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