No me hables de Dios


No me digas que Dios existe, por que no me vas a convencer. Criticame todo lo que quieras: que mi mundo esta vacío, que mis lentes no perciben colores, que la vida entonces es solo esto y solo esto de repente parece tan, tan poco. Intentá hacerme saber lo que me estoy perdiendo, no vas a tener éxito. Pero quiero que sepas que el no creer en él jamás le sacó cariño o amargura a mi vida; que los atardeceres también me parecen un espectáculo de colores y que puedo amar con igual intensidad. Perdón si te ofendo, no es mi intención tampoco, pero siento que la existencia de un ser que todo lo puede solo le agrega otra rebanada de injusticia a la sopa de este mundo. Dale, animate: decime que mi vida es un vacío. ¿Sabias qué? Prefiero eso a que cada vez que un par de manos tambaleantes me pidan un pedazo de pan saber que todo pasa por que alguien lo permite. Como creer es una elección, yo elijo creer que pasa por que sí; por que un ser tan perfecto y bueno no permitiría tanta miseria. ¿No puede acabarla? Entonces no es perfecto. ¿Puede? Entonces no es bueno. Así que decime lo que quieras, yo soy feliz pensando que el mundo acaba ahí, donde el sol choca el horizonte. 

No me digas que Dios no existe, no te voy a creer. No me digas que esto es todo lo que hay, por que estoy segura de que no puede ser. No me digas tampoco que no crees en lo que no ves por que Dios sí se ve. Yo lo veo todos los días, lo siento. ¿Enserio no crees que hay un orden? ¿Que todo esto cuando muere se disuelve a la nada? ¿Que no hay nadie cuidando a los seres queridos que les dijimos adiós? Sí, no te lo voy a negar: los hombres somos capaces de cosas terribles. Pero solo por que nos creó un ser perfecto, no significa que nosotros también tenemos que ser perfectos. ¿Picasso no era acaso uno de los mejores pintores? Pero sus cuadros no son formas matemáticas, son caos; por que dentro de ese caos hay belleza y esperanza y de esa esperanza se aprende. Sí, podemos ser el peor de los males, pero también capaces de las cosas más bondadosas. Dónde hay un político corrupto, hay un voluntario para corregir sus injusticias. Donde hay luz hay oscuridad, y donde hay una tormenta después va a haber un arco-iris. La vida no es un paraíso, eso sería demasiado simple, es un juego de balances donde tenemos que tomar decisiones. No me preguntes tampoco cómo sé todas estas cosas por que no las leí solo en un libro, las siento en mi ser. Sé que Él existe, y también sé que es muy fácil no creer en Él, hasta que es lo único que te queda.


No me digas que Dios está acá entre nosotros. Él está ahí arriba con mis abuelos, esperando a que nosotros también vayamos a iluminarnos. El es un creador; no un titiritero ni un observador. El artista no vive en el museo donde dejó sus obras. Pero tampoco me digas que no está acá flotando entre vos y yo por que no te creo tampoco. Lo vi ayer en el hombre que paró para ayudar a un desconocido en la calle. Lo vi la semana pasada en la sonrisa de mi hermanita. Lo vi envolviendo el abrazo de una pareja ya enamorada en su primera cita. No tiene forma, ni género: es una fuerza. Y empuja con sus mil brazos invisibles a los relojes, los destinos y las cosas buenas que vuelven por otras que algún tiempo atrás hicimos. 

No me digas que tu Dios es mejor que el mío, por que ambos son el mismo. Y si es distinto, mejor, el cielo de repente se volvió menos monótono ¿no? Quizás ni siquiera hay un solo Cielo. Quizás esta dividido en distritos y cada cual con su Dios, cada cual volviendo a casa cuando llega la hora. Quizás no hay Cielo. Quizás todo es un orden que hace que esta vida no sea tan al azar; una fuerza que nos toma y nos dobla, cuenta nuestras bondades y maldades y nos arroja de vuelta a la Tierra. Quizás no hay nada en absoluto, pero eso solo da más razones para disfrutar el ahora. Y digo quizás por que nada y todo es posible en el reino de la Fé.

No me digas nada mejor, ¿no te parece? Si querés contame, me intriga escucharte así como también quiero saber de tu familia, gustos, amores y sueños; pero si vamos a pelear mejor camino para otro lado. No quiero discutir. Demasiados años en la tierra y se pone viejo el cuento, y si Él nos observa le debe hasta aburrir el conflicto. Es una escena del crímen sin pistas. Es una ecuación que suma dos incógnitas a una tercera. Es una pregunta de opinión. Hay que aprender a entender que cualquiera sea la respuesta, nadie va a tener razón; por que todos la tienen. Y es importante darnos cuenta de esto rápido, por que pensando que hay una única respuesta murieron cientos, murieron miles, mueren tantos. 


Ambas imágenes son tomadas del documental HUMAN (Parte 2) el cual está disponible en YouTube

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