Algunos años atrás leí en algún artículo perdido que el asco no era una emoción con la cual nacíamos: era otra construcción social más que adquiríamos con los años. (...) Algo que uno tiene casi tan naturalizado y se produce dentro de uno tan involuntariamente como un revolcón de estómago o la ira de una situación injusta verdaderamente no es nuestro, si no que producto de los recortes del mundo que nos rodea. Todos parecemos ser una especie de collage; pequeños recortes de experiencias pasadas, lecciones de colegios, libros que nos marcaron, cosas que nos prohibieron y palabras de otros que a sus vez SEGUIR LEYENDO...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario